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Un nuevo paradigma para aliviar la dermatitis atópica de nuestros hij@s

Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), 2 de cada 10 niñ@s sufre de Dermatitis atópica, especialmente hasta los 12 años, que es cuando tienen la piel más sensible. Sin embargo, un porcentaje bajo de éstos, seguirá con ella en la adolescencia y en la edad adulta.

Los que tenemos hij@s con dermatitis atópica, sabemos lo complicado que es la gestión de picores y rojeces, los baños y su temperatura, los jabones y cremas hidratantes, secarlos con extra mimo, evitar piscinas cloradas, etc.

Si además vives en una zona donde el agua es dura, es decir, tiene un alto nivel de cal o cloruros, como sucede en más del 50% del territorio español, se da una de las situaciones más complejas de gestionar con niños muy pequeños: que llore incluso solo por el contacto con el agua.

¿Porqué sucede esto? Porque una agua dura tiene una alta concentración de calcita, la variante cristalina de la cal que es realmente la culpable de los clásicos problemas de la cal en los hogares (incrustaciones en tuberías y electrodomésticos, mamparas, etc) .

La calcita, sin entrar en temas técnicos, es una de las dos formas cristalinas del carbonato de calcio (la famosa “cal”) y tiene una estructura trigonal (como de estrella) que favorece su unión y se cristaliza “masivamente” formando de incrustaciones complejas en un hogar.

 Y en el caso de la dermatitis atópica, tras un baño o ducha, la calcita se “pega” a nuestra piel y empeora la sequedad de la misma porque altera su función barrera. Al tener una barrera cutánea defectuosa, el manto lipídico natural de la piel se ve alterado y no cumple su papel fisiológico, que es el de mantener una piel correctamente hidratada. Esto predispone a tener una barrera cutánea defectuosa y susceptible al desarrollo de eccemas o dermatitis, creando esa sensación de escozor y quemazón en la piel del niñ@ y esos lloros e incomodidades cuando son pequeñ@s.

¿Cuál es el cambio de paradigma que podemos conseguir para aliviar la dermatitis atópica en contacto con el agua dura? Transformar la cal cambiándola de su forma cristalina de calcita a su forma cristalina de aragonita con mucha menor capacidad de adherencia por la forma redondeada de sus cristales y que impide que los mismos se unan, evitando todos los problemas típicos de la “cal”, tanto en el hogar como en la piel, especialmente en casos de dermatitis atópica. El agua dura pasará a comportarse como agua blanda, con todos los beneficios asociados a la misma.

¿Y como se transforma esa cal? Transformar los cristales de calcita en aragonita solo puede conseguirse eficientemente, sin mantenimiento y por más de 50 años, con una solución ecosostenible: un acelerador iónico que se instala en el punto de entrada general del agua de la red de nuestro hogar.

Solo con el acelerador iónico de calidad como el de FLUYE se consigue esta transformación, gracias a una tecnología patentada que traslada al agua una potencia magnética permanente y única de 1 Tesla, necesaria para transformar la calcita en aragonita. Para entender la potencia que ejerce, una resonancia magnética alcanza entre los 1.5/3 Teslas. Este magnetismo no pierde efectividad con los años, al ser imanes permanentes de Samario y Cobalto, y somos los únicos en dar una garantía de por vida.

Hay nuevos paradigmas que vienen a sumarse a otros productos de la piel, rutinas, conductas y productos a evitar, y que van a aliviar la dermatitis atópica en todas las edades, pero sobre todo para aquellos donde el sufrimiento es menos comprensible, nuestros hij@s.

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